El 7 de septiembre es una fecha histórica en la industria de las criptomonedas. Un día como ese, pero en 2021, entró en vigencia en El Salvador la ley que permitió la adopción de bitcoin como moneda de curso legal en ese país.
Este hecho se constituyó en ese entonces, y con ecos hasta hoy, en la noticia más importante en el mercado cripto porque era la puerta de entrada a una nueva era de la economía. Sin embargo, dos años después, su integración en el mercado y su uso diario enfrenta grandes desafíos.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), El Salvador registró una caída del 28% en la recepción de remesas mediante billeteras de criptomonedas entre enero y julio de 2023, respecto al mismo lapso de 2022.
De acuerdo con este informe, entre enero y julio de este año el país centroamericano recibió 53,14 millones de dólares (48,62 millones de euros). Estos datos representan un caída de más de 20 millones de dólares frente a los 73,87 millones de dólares registrados en 2022.
Para el BCR solo en julio, el banco estatal registró un ingreso mediante las billeteras digitales de criptoactivos de 6,48 millones de dólares, mientras que en el mismo mes de 2022 la cifra era de 10,37 millones, una baja interanual del 37,5 %.
Sin interés de los comercios
Además de la caída significativa en las remesas, la criptomoneda aún no ha logrado conquistar el mercado en ese país, lo que dificulta las transacciones durante el día a día.
Según reportaron medios locales, la opinión de comerciantes sobre el uso de Bitcoin se resume en una curiosidad inicial por este nuevo modelo -lo que impulsó en los primeros días su uso-, pero poco a poco el interés cayó y hoy es escaso.
La falta de confianza por la criptomoneda y la caída de su uso ha llevado a más personas continúen usando el dinero fiat.
No obstante, el Gobierno de Nayib Bukele ha intensificado las campañas para impulsar su uso. Incluso recientemente el Ministerio de Educación firmó un convenio con la ONG Mi Primer Bitcoin y la Oficina Nacional del Bitcoin para capacitar a cientos de profesores de escuelas públicas sobre el uso del bitcoin con el fin de que trasladen su conocimiento a los más jóvenes para que sean ellos quienes se adapten a este nuevo método de paso.
Se trata de una apuesta a futuro con el que el Gobierno espera superar los retos que hoy enfrenta el uso del bitcoin en ese país, el primero en adoptarlo como moneda de curso legal en el mundo.