Ethereum está a solo semanas de dar un gran salto. Su tan esperada fusión ya inició la cuenta regresiva y sólo es cuestión de días para que entren en operaciones sus grandes cambios.
Sin embargo, a pocos días de que se lleve a cabo este importante acontecimiento, Ethereum, no vive su mejor momento.
La criptomoneda, al igual que otras, ha sentido el impacto en el mercado a raíz de los recientes anuncios de la FED en Jackson Hole, que llevó al desplome de activos de riesgo, ya que la institución central aseguró que sigue en firme en sus planes para subir los tipos de interés como una estrategia para hacer frente a la inflación en Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de su precio, la ‘fusión’ promete ser el futuro de la industria, gracias a las actualizaciones técnicas que va a traer esta iniciativa.
Mediante la fusión, Ethereum dejará atrás varios protocolos y funcionamientos que, para sus desarrolladores, convierten a la red en un protocolo “menos eficiente”. Entre estos avances tecnológicos, existen varios que vale la pena destacar.
¿Qué es la fusión?
En su forma más primitiva, para que sea fácil de entender, la fusión de Ethereum básicamente es una actualización de la red.
Mediante este proceso lo que buscan conseguir los desarrolladores es trasladar la red de su algoritmo de consenso actual, que se llama “Prueba de Trabajo” o PoW, al consenso de “Prueba de Participación” o PoS.
Cuando se habla de un algoritmo de consenso, nos referimos a un mecanismo que permite a los usuarios o máquinas coordinarse en un entorno distribuido. Debe garantizar que todos los agentes del sistema puedan ponerse de acuerdo respecto a una fuente única de verdad, incluso en el caso de que algunos de ellos fallen.
A través de estos algoritmos es que las redes producen nuevas criptomonedas, como si se tratara de un mecanismo de impresión de dinero, pero, en un entorno digital.
Cambio energético
En primera instancia, el primer gran avance que busca Ethereum con esta actualización es convertir a la red en una más eficiente en términos energéticos, debido a que el mecanismo de participación de Prueba de Participación, consume mucha menos energía que el de Prueba de trabajo. Según estimaciones, con esta actualización, Ethreum busca reducir en un 99% su gasto energético.
Fundamentalmente, la Prueba de Trabajo es un mecanismo que requiere mucho consumo energético debido a su funcionamiento, ya que consiste en la resolución de difíciles problemas matemáticos, conocidos como hash. Este proceso demanda equipos de alta gama, especialmente diseñados para esta tarea y que tienen un consumo mayor de energía
Un índice elaborado por Digiconomist sugiere que una transacción de PoW gasta 1568,28 kwh de energía, equivalente al consumo de un hogar estadounidense durante 53,75 días.
A diferencia de la Prueba de Trabajo, el nuevo consenso que busca adoptar Ethereum brinda un mayor ahorro energético, ya que no requiere de un equipo de minado. Este se basa en la cantidad de monedas que posee un validador para respaldar la red.
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