Las acusaciones contra los exchanges centralizados, como Binance y Coinbase, por presuntas violaciones de las leyes de valores y por operar exchanges no registrados, plantean serias dudas sobre el futuro de DeFi. Estas acusaciones representan un intento del regulador de imponer su autoridad en un ámbito donde la descentralización es un pilar fundamental.
La preocupación principal se centra en que la SEC considera que ciertos tokens como SOL de Solana, ADA de Cardano, MATIC de Polygon, Filecoin, ATOM de Cosmos, SAND de The Sandbox, MANA de Decentraland, ALGO de Algorand, Axie Infinity Shards AXS y COTI, son considerados valores según su demanda.
Por ahora son 55 #criptomonedas, #token y #shitcoins que la SEC señala como “valores negociables”
— Juan Rodríguez 🔑₿⚡️ (@juanbiter) June 8, 2023
Si eso se oficializa mediante regulación:
-No se podrían intercambiar en 🇺🇸
-Se deslistan de Coinbase, Robinhood, Binance U.S.
No desaparecerán, pero su precio sufrirá, en el… pic.twitter.com/pGsQDuvQgn
Esto implica que estos proyectos DeFi que utilizan estos tokens podrían estar operando sin cumplir con las regulaciones de valores correspondientes, lo que podría resultar en posibles sanciones y medidas regulatorias más estrictas. Además, podría requerir que estos proyectos se registren como emisores de valores, lo cual conlleva una carga administrativa y financiera significativa.
Las acusaciones y posibles medidas regulatorias podrían tener un impacto negativo en el ecosistema DeFi. Podría generar incertidumbre entre los desarrolladores, empresarios e inversores, desacelerando la innovación y limitando la participación en proyectos DeFi que utilizan estos tokens específicos. Esto podría afectar la liquidez, la actividad comercial y, en última instancia, restringir el crecimiento y la adopción de DeFi en general.