En un informe reciente publicado por Forbes el 8 de julio, se destaca que Argentina ha logrado una notable adopción de criptomonedas, superando a cualquier otro país del hemisferio occidental en proporción a su población. Según datos del sitio web SimilarWeb, de los 130 millones de visitantes a 55 de las mayores exchanges del mundo, 2.5 millones provienen de Argentina.
Argentina también se ha consolidado como el principal mercado de Binance, uno de los exchanges de criptomonedas más grandes del mundo, con un 6.9% del tráfico web total del exchange proveniente del país sudamericano.
Preferencia por stablecoins en medio de alta inflación
A diferencia de la tendencia global hacia las memecoins, los argentinos han mostrado una clara preferencia por las stablecoins, especialmente Tether (USDT). Maximiliano Hinz, jefe de Bitget para América Latina, comentó que “Argentina es un mercado anómalo donde mucha gente compra USDT y no deja espacio para mucho más”. Esta estrategia es vista como una medida para protegerse de la alta inflación, ya que las stablecoins como USDT están vinculadas al dólar estadounidense en una proporción de 1:1, ofreciendo así una mayor estabilidad.
Desafíos regulatorios en el sector de criptomonedas
A pesar de la adopción masiva de criptomonedas, Argentina enfrenta desafíos significativos en términos de regulación. Aunque el país aprobó oficialmente el uso de Bitcoin en contratos legalmente vinculantes a finales de 2023 y estableció requisitos de registro para las empresas de criptomonedas en abril de 2024, ningún exchange principal, incluido Binance, se ha registrado con la Comisión Nacional de Valores (CNV).
La falta de un marco regulatorio claro y efectivo sigue siendo un obstáculo para la industria de criptomonedas en Argentina. Según Hinz de Bitget,
“no existe ningún requisito de licencia en los países latinoamericanos en los que opera Bitget”.
La continua adopción de criptomonedas en Argentina, impulsada por la búsqueda de estabilidad financiera en un entorno de alta inflación, destaca la importancia de un marco regulatorio robusto para proteger a los inversores y fomentar el crecimiento del mercado de criptomonedas en el país.