En una nueva vuelta en el mundo de la minería de Bitcoin, los mineros chinos, desplazados de su tierra natal por regulaciones estrictas, están dirigiendo sus operaciones hacia África, específicamente hacia Etiopía. Esta migración hacia el continente africano está impulsada por el atractivo de la electricidad barata, en especial gracias a la presencia de la Gran Presa del Renacimiento Etíope, considerada la más grande de África.
La nación africana ofrece costos de electricidad notablemente bajos, algunos de los más económicos a nivel global, y un gobierno que está mostrando cada vez más apertura hacia la minería de Bitcoin, convirtiéndola en un destino de inversión lucrativo para las empresas chinas del sector.
Ethan Vera, director de operaciones de Luxor Technology, compartió sus impresiones: “Etiopía ofrece una combinación única de energía asequible y un gobierno que da la bienvenida a la minería de Bitcoin”.
Sin embargo, esta movida no está exenta de riesgos. Según datos de 2016, alrededor del 56% de la población etíope carecía de acceso a la electricidad. Aunque ha habido mejoras en este aspecto, en 2024, casi la mitad de los ciudadanos aún viven sin este servicio básico, planteando un desafío para el equilibrio entre la explotación de este lucrativo sector y las necesidades energéticas nacionales.
Este fenómeno en Etiopía recuerda la situación vivida en Kazajstán luego de la prohibición de la minería de Bitcoin en China en 2021.
Después de la prohibición china, Kazajstán experimentó un aumento inicial en la migración de mineros hacia su territorio, debido a su proximidad, abundantes recursos energéticos y un entorno regulatorio favorable. Sin embargo, el crecimiento rápido de la industria generó escasez de energía y desafíos regulatorios, provocando una caída significativa en la actividad minera.
Alen Makhmetov, cofundador de Hashlabs, reflexionó sobre esta situación: “La experiencia de Kazajstán sirve como una advertencia sobre el delicado equilibrio necesario para albergar operaciones mineras de Bitcoin a gran escala”.
Mientras los mineros chinos exploran las oportunidades en Etiopía, se encuentran en una posición geopolítica ventajosa. China, siendo la mayor fuente de inversión extranjera en Etiopía, ha respaldado varios proyectos en el país, sentando las bases para una relación potencialmente simbiótica.