En un golpe conjunto contra el tráfico internacional de fentanilo, la policía italiana arrestó a seis individuos señalados de hacer parte de una red que utilizaba criptodivisas en sus operaciones.
Esta organización, presuntamente involucrada en el contrabando de fentanilo desde China a Estados Unidos, fue desarticulada en colaboración con la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), que simultáneamente detuvo a otros 11 individuos y decomisó dos kilogramos de fentanilo en suelo estadounidense.
La fiscal jefe de Piacenza, Grazia Pradella, elogió la eficaz cooperación internacional, destacando la conexión clave entre el tráfico de fentanilo y el uso de criptodivisas en las transacciones de la red desmantelada. Según las autoridades, el presunto líder de la organización, un italiano de 51 años, habría estado utilizando criptomonedas para realizar transacciones opacas en el mercado ilegal de fentanilo.
La investigación, iniciada en abril a raíz de un informe de la DEA en Roma, reveló que el fentanilo llegaba a Piacenza camuflado en paquetes provenientes de China, etiquetados como dispositivos electrónicos o libros. La policía italiana logró rastrear más de 100,000 dosis empaquetadas y descubrió que las transacciones económicas, que superaron los 250,000 euros, se realizaban mediante criptodivisas, herramientas financieras difíciles de rastrear.
Además, la red operaba un elaborado esquema de falsificación de monedas suizas, introduciéndolas ilegalmente en Suiza. En ese país, las lavaban utilizando máquinas automáticas de apuestas deportivas y cajeros automáticos de bitcoin. La conversión de los bitcoins a euros implicaba a individuos de Europa del Este, quienes devolvían la suma “limpiada” al falsificador de Piacenza, reteniendo un 7% como comisión.
La policía informó que se incautaron 300,000 euros en efectivo, unos 26,000 euros en bitcoin, 70 dispositivos informáticos, tres relojes de alto valor, una propiedad y equipos para la falsificación de moneda. Estos hallazgos subrayan la convergencia entre el crimen organizado, el uso de criptodivisas y el tráfico de sustancias ilegales, revelando un panorama complejo y global de actividades ilícitas en la era digital.