El panorama para el sector bancario mundial ha estado rodeado de sobresaltos en el 2022: una década predecible fue repentinamente interrumpida con el regreso de la inflación, las tasas de interés que se dispararon, y la volatilidad que se convirtió en la consigna en los mercados desde acciones y bonos hasta criptomonedas y el sector inmobiliario chino.
A propósito de esto, McKinsey presentó el ‘Global Banking Annual Review 2022’ un informe que examina lo que ha cambiado en la banca como consecuencia de la inestabilidad geopolítica, junto con los persistentes efectos a largo plazo de la pandemia del COVID-19, pero también muestra las posibilidades positivas para otros mercados crecientes como el de América Latina.
En general, el principal mensaje que desprende la consultora es que hay oportunidades para la sostenibilidad en la banca. Los bancos corporativos y de inversión, los prestamistas a pequeñas empresas y clientes minoristas, y los gestores de patrimonios, entre otros, que se adentren de buen grado en la era de las finanzas sostenibles encontrarán nuevos instrumentos, mercados y fuentes de ingresos. Adicionalmente, en un momento de diferencias cada vez mayores y de rendimientos relativamente mejores en 2022, los bancos de todo el mundo pueden esforzarse por prepararse para el futuro, mejorando su resistencia a corto plazo y aprovechando las oportunidades a largo plazo para crecer y ser más rentables.
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Estos son algunos de los hallazgos más relevantes del informe:
- Los bancos se recuperaron de la pandemia con un fuerte crecimiento de los ingresos gracias al aumento de los márgenes y los índices de capital
La rentabilidad de la banca alcanzó en 2022 su nivel más alto en 14 años, con un rendimiento esperado de los fondos propios de entre el 11,5% y el 12,5%. Los ingresos mundiales aumentaron en 345.000 millones de dólares, impulsados por un fuerte incremento de los márgenes netos, al subir los intereses tras permanecer durante años en sus niveles mínimos cíclicos.
A pesar de las mejoras a corto plazo, el rendimiento de los fondos propios sigue siendo débil, En 2022, más de la mitad de los bancos del mundo seguían obteniendo un rendimiento de los fondos propios inferior al costo de estos. El análisis de la consultora sugiere que los recientes aumentos de los márgenes han proporcionado rendimientos superiores al costo de los fondos propios solo al 35% de los bancos de todo el mundo.
- En el sector bancario, la distinción entre mercados desarrollados y emergentes se está quedando obsoleta
En el caso de América Latina, la rentabilidad ha sido estructuralmente superior a la media mundial, con una elevada posición de capital desde hace por lo menos una década. Para este año, la diferencia radica en un 17% con respecto al 15% de la media mundial. Este panorama es similar para bancos regionales de Estados Unidos, los mayores bancos de Canadá y los bancos de Indonesia y Sudáfrica; mientras que otros, incluidos los de Europa y China, están experimentando marcados descensos.
La noción de “mercados emergentes” en banca ya no es válida. El grupo de países al que se refiere este término ya no es monolítico: por ejemplo, algunos de los bancos con mejores resultados y mayor crecimiento se encuentran en Asia, al igual que algunos de los de peores resultados y menor crecimiento. Los tres primeros bancos de la India, por ejemplo, tienen uno de los rendimientos más altos del mundo.
- A medida que la economía desacelere, la brecha entre los bancos se acentuará aún más.
Los bancos se enfrentan a una deceleración del crecimiento a largo plazo, sin embargo, los bancos de Asia-Pacífico podrían beneficiarse de unas perspectivas macroeconómicas más sólidas, mientras que los bancos europeos se enfrentan a un panorama más sombrío: en caso de una larga recesión, se estima que la rentabilidad de los fondos propios de los bancos a escala mundial podría caer hasta el 7% en 2026, y por debajo del 6% en el caso de los bancos europeos.
El impacto directo será posiblemente una mayor concentración del crecimiento en las economías emergentes de Asia, China, América Latina y Estados Unidos. Esperamos que estas regiones representen alrededor del 80% de los 1,3 billones de dólares de crecimiento de los ingresos bancarios mundiales entre 2021 y 2025.
- Las finanzas sostenibles se han convertido en un tema central para los bancos