Rain Lõhmus, el fundador del LHV Bank de Estonia, fue identificado como el propietario de un monedero de Ethereum (ETH) que alberga 250.000 ETH, adquiridos durante la oferta inicial de monedas, y que hoy tienen un valor de 470 millones de dólares. Sin embargo tiene un problema y es que perdió las llaves de su monedero y se ha vuelto imposible acceder a sus valiosos activos.
Si bien el ecosistema criptográfico ofrece a los usuarios el beneficio de la autocustodia, este episodio pone de manifiesto los desafíos que conlleva. Si los usuarios no almacenan sus claves privadas de manera segura, corren el riesgo de perder permanentemente el control de sus activos, como en el caso de Lõhmus.
Conor Grogan, alto ejecutivo de Coinbase, hizo pública esta situación a través de su cuenta en Twitter, revelando que el misterioso monedero Ethereum inactivo pertenece al fundador del LHV Bank, Rain Lõhmus. Compartió una captura de pantalla de una entrevista en la que Lõhmus expresaba su disposición a discutir ofertas con cualquier persona que pudiera ayudar a recuperar su monedero ETH.
La captura de pantalla mostraba un saldo de 250,000 ETH, valuados en casi 470 millones de dólares. La pérdida de acceso a estos activos representa una considerable pérdida en el mundo cripto.
Lõhmus, en su búsqueda por recuperar su monedero, consideró incluso la posibilidad de construir una versión de sí mismo mediante inteligencia artificial (IA) para tratar de recuperar sus recuerdos y, con ellos, el acceso a sus ETH. Sin embargo, descartó la idea debido a la imposibilidad de supervisar diariamente el proceso. Según Lõhmus, “Puedes dedicarle diez años y terminar en cero; Puede que acabes resolviendo un problema, pero prefiero hacer cosas en las que el progreso sea visible a diario.”
Grogan estima que, en total, alrededor de 909,800 ETH, valorados en más de 1,730 millones de dólares, se han perdido de forma irreversible en el mundo de las criptomonedas. La pérdida de acceso a las claves privadas sigue siendo un punto débil del ecosistema criptográfico.
Rain Lõhmus ha expresado su preocupación acerca de esta situación y ha señalado que la descentralización perfecta conlleva otros riesgos a menudo pasados por alto. En sus propias palabras, “La descentralización perfecta tiene otros riesgos en los que no se piensa. Pero es muy común que pierda las contraseñas. Fui a renovar las contraseñas de mi cédula de identidad hoy; si fuera cripto, volvería a estar en una gran crisis, pero afortunadamente la policía fronteriza funciona.”
