David Villegas, director de la Fundación Salvaterra, participa en la iniciativa de huertas comunitarias impulsada en las Unidades de Vida Articulada (UVA) de Medellín, liderada por Refi Medellín en colaboración con la Fundación EPM. La primera actividad tuvo lugar en la UVA Guayacanes, marcando el inicio de este esfuerzo conjunto.
“Estamos aquí articulando un trabajo con la comunidad alrededor del alimento, entendiendo que los alimentos que sembramos aquí trascienden hasta nuestras casas”, explicó Villegas.
Además, la iniciativa tiene como objetivo convertir la huerta comunitaria en una actividad familiar. Los participantes, al involucrarse en las labores de la huerta, reciben una compensación en dólares transferidos a sus billeteras digitales, lo que les permite adquirir kits de huerta. A través de esta experiencia, pueden experimentar de primera mano el poder adquisitivo y la transaccionalidad en blockchain, aprendiendo de manera práctica sobre esta tecnología y generando casos de uso reales.
Este proyecto no solo conecta a la comunidad con la siembra de vegetales como cebolla, lechuga y cilantro con abonos orgánicos, sino también con el conocimiento aplicado en finanzas digitales. Según Villegas, la educación sobre estos temas ayudará a la comunidad a desarrollar mejores hábitos alimenticios y económicos.
Juan, miembro de Refi Medellín, agregó que su equipo trabaja para enseñar finanzas de una manera que beneficie tanto a las personas como al medio ambiente.
“A través de Salvaterra y la Fundación EPM, fomentamos un trabajo social que conecta a la comunidad con las finanzas regenerativas, incluyendo el uso de blockchain para facilitar transacciones económicas”, explicó.
Aunque inicialmente hay resistencia al uso de esta tecnología, los participantes han comenzado a ver el valor práctico al utilizar monedas digitales para adquirir productos como los kits de huertas.
El proyecto ha logrado la participación activa en la UVA Guayacanes de cerca de 20 personas, y hay planes para ampliar la huerta y realizar las actividades con mayor frecuencia.
“El primer reto es romper la barrera cultural y el miedo hacia las finanzas digitales y blockchain”, añadió Villegas, destacando que la confianza y la educación son clave para el éxito de esta iniciativa comunitaria.
Esta colaboración representa un modelo de innovación social, donde la sostenibilidad alimentaria y la inclusión financiera convergen para generar un impacto positivo en las familias y el entorno.
Soy Hodler también converso con los participantes de la huerta comunitaria en Medellín
Durante la más reciente actividad de la huerta comunitaria organizada por Refi Medellín, la Fundación Salvaterra y la Fundación EPM, Soy Hodler tuvo la oportunidad además de entrevistar a los organizadores, de hablar con algunos de los participantes, quienes compartieron sus experiencias.
Claudia, una de las participantes más entusiastas, habló sobre los desafíos de adaptarse a la tecnología a su edad.
“Poco a poco vamos aprendiendo, porque usted sabe que ya la edad nos limita un poco, mientras que los jóvenes la manejan muy bien. Pero aquí vamos, poco a poco”, comentó con una sonrisa.
Carlos, otro miembro de la comunidad, explicó cómo estas nuevas iniciativas le han permitido acercarse a las finanzas regenerativas.
“Hay muchos cambios en el sistema financiero y algunas cosas son desconocidas para nosotros. Pero creo que es una buena oportunidad para experimentar estos cambios poco a poco, perder el temor y aprender cómo funcionan estas tecnologías”, señaló.
Liliana, quien también ha estado involucrada desde el inicio, compartió su experiencia al usar una billetera digital.
“Cuando empezamos con Salvaterra, nos abrieron la billetera y nos consignaron dólares por las actividades, pero aún estamos aprendiendo cómo hacer efectivo ese dinero. Es un proceso, como todo en la vida”, reflexionó.
Finalmente, Gladys, quien se ha mostrado muy comprometida con el aprendizaje de nuevas tecnologías, expresó su satisfacción al recibir apoyo de los jóvenes de Refi Medellín.
“Me siento súper bien con ellos. Ya tengo mi billetera digital, y estamos empezando a hacer intercambios por plántulas y tierra”, comentó con entusiasmo.
Esta actividad sigue fortaleciendo el lazo entre la comunidad, la sostenibilidad alimentaria y la adopción de tecnologías financieras emergentes.