El pasado 29 de noviembre fue aprobado en segundo debate en la Cámara de Representantes un proyecto para regular las operaciones con criptomonedas que se llevan a cabo a través de los Exchanges o plataformas de intercambio cripto.
Este hecho, marca un hito para la comunidad cripto colombiana, que por años, ha lamentado por la falta de un marco regulatorio en el país, que obligó a los inversores e industria moverse entre los límites de lo formal e informal, a la sombra de la economía tradicional.
En parte, esto se dio también debido al ambiente restrictivo que desarrolló el gobierno nacional frente a la industria con expedición de algunas circulares de las instituciones reguladores que advertían de los “peligros” de las criptomonedas para el mercado financiero e inversor, argumentando que estos activos eran un puente para completar fines ilícitos como lavado de activos, financiación del terrorismo y estafas. La Carta Circular 52 del 22 de junio de 2017, dice:
“se exhorta a las entidades vigiladas para que continúen aplicando las medidas adecuadas y suficientes con el fin de evitar que sean utilizadas como instrumento para el lavado de activos y/o canalización de recursos hacia la realización de actividades terroristas o para el ocultamiento de activos provenientes de las mismas, por la materialización de los riesgos potenciales en el uso de “Monedas Electrónicas- Criptomonedas o Monedas Virtuales” que directa o indirectamente puedan desarrollar.”,
expresaba el documento.
Con estos antecedentes, se generó un escenario de temor y recelo hacia las criptomonedas.
Para Juan Camilo Gutierrez, consultor cripto y experto en la materia, este marco jurídico es la oportunidad para que el colombiano tenga la posibilidad de aprovechar todos los beneficios e innovaciones de las criptomonedas sin la necesidad de andar entre las sombras.
“Con la regulación de los exchanges en Colombia, los colombianos debemos poder aprovechar la innovación financiera de la industria cripto sin tener que andar en la sombra o sacar nuestros recursos del país, perdiendo la oportunidad de buscar protección en nuestro propio país.”
expresó Gutierrez.
Una unión entre lo viejo y lo nuevo
Además, Gutierrez resalta que el desarrollo de este marco jurídico puede proveer una composición entre los servicios financieros tradicionales con los disruptivos, parte de esta nueva revolución digital. El analista hace hincapié en que ahora, debemos poder “conectar estos nuevos servicios financieros con los tradicionales para potenciar y componer nuestras vidas cada vez más digitales.”.
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Dado que las criptomonedas traen “es una respuesta a algunas debilidades de los servicios financieros que no logramos superar con los proveedores tradicionales”.
“Entre otras innovaciones, se facilitó coordinar operaciones en internet entre personas, independientemente de donde estén ubicadas.”
detalló Gutierrez.
Partiendo de esto, parece que las instituciones de gobierno comprenden que las criptomonedas son una innovación, imposible de detener, como el internet o tantas otras que se han producido en la historia de la humanidad. Por tal motivo, parece que las sensaciones en la Cámara de Representantes son pro cripto, durante los dos debates de la propuesta esta ha sido aprobada de manera unánime
El hecho de seguir en un escenario restrictivo, según Gutierrez, solo empujará a la industria local a operar desde el extranjero y por ende esto “le hará más difícil a los consumidores e inversionistas analizar los riesgos, exigir sus derechos contractuales y resolver disputas.”
expresó Gutierrez
y resalta que que la regulación de criptomonedas es para Colombia un logro:
“Es un logro que en Colombia estemos proponiendo un marco legal que proteja a consumidores e inversionistas en la industria cripto. Ya EE.UU., Inglaterra y Europa se están moviendo a regularla. Tenemos que avanzar en paralelo porque debemos darle apoyo local a la innovación y competencia en servicios financieros.”