Olumide Osunkoya, propietario de una red de cajeros automáticos de criptomonedas en el Reino Unido, se declaró culpable de múltiples cargos de fraude y lavado de dinero. Según la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), Osunkoya operó al menos 11 cajeros automáticos en tiendas de conveniencia de todo el país sin contar con el registro legal necesario, convirtiéndose en el primer enjuiciado bajo las leyes británicas que regulan el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y la transferencia de fondos en el sector cripto.
Entre diciembre de 2021 y septiembre de 2023, estos cajeros automáticos procesaron más de £2.6 millones (aproximadamente USD 3.5 millones) en transacciones, muchas de las cuales estarían vinculadas con el lavado de dinero y la evasión de impuestos, según las pruebas presentadas en el tribunal. A pesar de que su solicitud de registro fue rechazada por la FCA en 2021, Osunkoya continuó operando y expandiendo su red de cajeros automáticos, obteniendo ganancias considerables con márgenes que fluctuaban entre el 10% y el 60% en tarifas de transacción.
Además, las autoridades revelaron que Osunkoya intentó eludir las regulaciones al crear un alias falso y falsificar documentos para ocultar sus actividades ilícitas. Durante su arresto, las fuerzas del orden confiscaron £19,540 (cerca de USD 26,000) en efectivo, presuntamente vinculados a su operación ilegal.
Este caso marca un precedente importante en el Reino Unido, donde la FCA ha intensificado la regulación de las actividades relacionadas con criptoactivos desde enero de 2020. En marzo de 2022, la FCA ordenó el cierre de todos los cajeros automáticos de criptomonedas no registrados en el país, destacando los riesgos que representan para la seguridad financiera. Actualmente, no existen operadores de cajeros automáticos de criptomonedas legalmente registrados en el Reino Unido.
Therese Chambers, directora ejecutiva conjunta de la FCA, advirtió a los ciudadanos sobre los peligros de utilizar estos dispositivos: “Si usa un cajero automático de criptomonedas, está entregando su dinero directamente a los delincuentes. Los criminales pueden aprovechar estos cajeros para blanquear dinero a nivel mundial”.
La sentencia de Osunkoya se dictará en una fecha posterior, y de ser condenado por todos los cargos, podría enfrentar hasta 26 años de prisión. Por otro lado, los cargos contra una segunda persona involucrada, Sally Lavington Osunkoya, fueron retirados tras la declaración de culpabilidad de Osunkoya.
Este caso subraya la importancia de la regulación estricta en el sector de las criptomonedas, un ámbito en rápida expansión que enfrenta desafíos crecientes en cuanto a la seguridad y la legalidad de sus operaciones.