Con solo 32 años de edad, Bankman-Fried se enfrentaba inicialmente a una pena máxima de más de cien años por los siete delitos, que incluían cargos por fraude y lavado de capitales. Sin embargo, los fiscales habían solicitado una sentencia de entre 40 y 50 años, mientras que los abogados de Bankman-Fried pedían entre 5 y 6 años, argumentando su intención de reembolsar el dinero defraudado a los afectados.
La decisión final recayó en el juez Lewis Kaplan, quien presidió el juicio de un mes en noviembre. Kaplan, quien también ha supervisado casos notorios como el de la escritora E. Jean Carroll y el expresidente Donald Trump, encontró a Bankman-Fried culpable de los siete delitos de fraude y lavado de dinero imputados.
Bankman-Fried, quien ya era millonario a los 30 años gracias a la plataforma de criptomonedas FTX, compareció ante el tribunal el jueves para expresar su arrepentimiento por sus acciones, reconociendo haber tomado “una serie de malas decisiones” como CEO de FTX. Agradeció a sus antiguos socios comerciales, como el cofundador Gary Wang y su exnovia Caroline Ellison, a quienes elogió por haber “construido algo hermoso” juntos, a pesar de que testificaron en su contra.
El plan de fraude y la subsiguiente quiebra de FTX y otras empresas fundadas por Bankman-Fried han afectado a millones de personas. El juez Kaplan determinó que las pérdidas para las víctimas superaron los 550 millones de dólares, el extremo superior del rango de las pautas federales de sentencia.
FTX ha expresado su intención de liquidar y reembolsar a los clientes “en su totalidad”. La plataforma, que en un momento fue una de las mayores del mundo con una valoración de 32.000 millones de dólares, colapsó en noviembre de 2022 después de que muchos usuarios retiraran sus fondos debido a preocupaciones sobre la solvencia de la compañía.
