La nueva ola del internet del futuro, la web 3.0, trae consigo una serie de paradigmas y fundamentos que pretenden cambiar el funcionamiento del web2.0 actual, en la que las Bigtech como Amazon, Facebook o Google, se han convertido en las dueñas y señoras de la información.
En ese sentido, la web3.0, apunta a democratizar el uso del internet y descentralizar el espacio a través del aprovechamiento de las cadenas de bloques descentraliazadas o Blockchain, la misma tecnología que usan las criptomonedas para construir sus libros contables descentralizados.
Packy McCormick, un inversionista que ayudó a popularizar la web3, la define como “una internet que es propiedad de los desarrolladores y los usuarios, coordinada con tókens”.
Los impulsores de esta ola prevén que la web3 adopte muchas formas y formatos, como: redes sociales descentralizadas, videojuegos “play to earn” (jugar para ganar) que recompensen a los jugadores con tókens criptográficos, y plataformas NFT que les permitan a las personas comprar y vender fragmentos de cultura digital.
Los más idealistas afirman que la web3 transformará internet tal como la conocemos, ya que le quitará poder a los actores tradicionales, y le dará paso a una nueva economía digital sin intermediarios.
Redes Sociales descentralizadas, la democratización de la interacción
En medio de esto también converge una nueva ola de la interacción virtual, las redes sociales descentralizadas. Esta idea, busca democratizar las plataformas de interacción en internet a través de la descentralización ofrecida por la cadena de bloques.
En primera medida, las redes sociales descentralizadas, contrastan con la idea de erigirse como los “guardianes” de la información online, tal y como lo hacen sus homónimas de las web 2.0, que prácticamente han acaparado el dominio de la información de sus usuarios.
De igual forma, las redes sociales descentralizadas van en contra de la censura, dado que las plataformas de redes sociales a menudo dictan el comportamiento de sus usuarios.
Estas plataformas pueden silenciar o incluso eliminar a los usuarios que no siguen sus acuerdos de uso y normas. Adicional a ello, para cumplir con el modelo comercial de captar la atención, dichas plataformas se han convertido en un gran negocio publicitario de miles de millones de dólares.
Es así como esta idea ha adquirido una importante popularidad ante las polémicas de Cambridge Analityca u otros casos de filtración y venta de datos de los usuarios
Entonces ¿Cómo monetizan las redes sociales descentralizadas? Veámoslo así, por ejemplo, Facebook gana dinero a través de la concentración de datos de usuarios y la venta de anuncios dirigidos. Una versión web3 de Facebook podría permitirles a los usuarios monetizar sus propios datos, o incluso obtener “propinas” en cripto de otros usuarios por publicar contenido interesante.
Un Spotify web3 podría permitirles a los fanáticos comprarles “participaciones” a artistas emergentes, convirtiéndolos así en sus patrocinadores a cambio de un porcentaje de sus regalías de emisión en continuo o un Uber web3 podría ser propiedad de los conductores en la red.
Siguiendo esta línea, ha aparecido una gran variedad de app y redes sociales descentralizadas, con una nutrida paleta de propuestas y fundamentos. Vamos a realizar un repaso de esas apps y redes sociales tradicionales, que ya tienen un representante o equivalente en la web3.0.
Spotify – Audious.
La industria de la música se ha levantado como un sector de millonarias proporciones, que tiene en centro como protagonista a las plataformas de Streaming, según las cifras de un informe realizado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, los ingresos de la música grabada a nivel mundial ascendieron a US$25.900 millones para principios del 2022.
Las plataformas de streaming han revolucionado la forma en que las personas disfrutan la música. Hace décadas, los usuarios solían descargar sus canciones favoritas de forma ilegal, por ejemplo, o en plataformas inseguras, pero con la llegada de la revolución digital, herramientas como Last.fm, Spotify, Deezer, YouTube, entre otras, se convirtieron en los sitios ideales para la música y su difusión. Aunque en medio de este próspero escenario, mucho critican la compensación que reciben los artistas por su trabajo.
Es aquí en donde entra Audious, una plataforma de transmisión e intercambio de música con tecnología de cifrado blockchain que tiene como objetivo dar a los artistas más poder sobre cómo se monetiza su música y permitirles conectarse directamente con los fanáticos.
Según cifras de la compañía, para octubre de 2022, la plataforma ya acumulaba un aproximado de 7 millones de usuarios que buscan conectar con 250.000 artistas y un 1’000.000 de canciones.
Audius se marca a sí mismo como un protocolo de música del futuro, uniendo a artistas y fanáticos directamente mientras elimina intermediarios como las compañías discográficas o incluso plataformas como Apple Music que se llevan una gran parte de las ventas de música.
Para lograr esto, Audius utiliza una economía descentralizada, que tiene como protagonista a $Audio, su propio token nativo de recompensas ERC-20 basado en Ethereum , que tiene tres funciones:
- Seguridad de la red: los operadores de nodos apuestan tokens para ejecutar un nodo y, a cambio, obtienen recompensas de la red.
- Funciones exclusivas y recompensas: los artistas obtienen funciones premium al apostar el token, como mostrar criptocoleccionables NFT en el sitio y también recompensas en AUDIO de parte de la plataforma y sus fanáticos.
- Gobernanza: se requieren tokens apostados para votar sobre todas y cada una de las propuestas, que realizan cambios en el código y en la red en general.
Whatsapp – Status
Al igual que su homónima, Status es una aplicación de mensajería instantánea, con la particularidad de que esta asegura ser descentralizada. Además, en su plataforma, integra una criptobilletera para el intercambio y custodia de criptomonedas, además, un navegador web 3.0 descentralizado.
Además, Status ofrece ser una solución de mensajería instantánea resistente a la censura, a través del libre flujo de información. Ningún contenido en Status está bajo vigilancia. “Cumplimos con el principio de diseño criptoeconómico de la resistencia a la censura. Aún más fuerte, Status es una plataforma agnóstica para información.”, expresa la compañía.
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Además, Statusadmite una amplia gama de activos digitales y comercio de estas entre pares, como ETH, SNT, monedas estables y NFT. Con su navegador Web3 DApp integrado, los usuarios pueden acceder al creciente ecosistema de aplicaciones descentralizadas y plataformas financieras descentralizadas (DeFi).
Para ser un servicio de mensajería instantánea descentralizado, Status aprovecha las posibilidades del protocolo de comunicación Waku, con el objetivo de que las personas participen en esta red, ejecutando sus propios nodos para garantizar la descentralización de la información y la resistencia a la censura.
A diferencia de los servicios tradicionales de mensajería, Status usa la misma red Blockchain y los nodos para transferir la información a través de estos, distinto completamente al modelo cliente – servidor.
Twitter – Damus
Damus apunta a ser el “Twitter Descentralizado”, según el equipo desarrollador de Damus, esta aplicación es la “red social que tú controlas”, dado que a la hora de ingresar esta no solicita registros, datos personales, correo electrónico o alguna otra credencial para usarla.
Este “Twitter Descentralizado”, permite a las personas compartir contenido sin censura y servidores de por medio. Es decir, que los usuarios son los que directamente intercambian la información entre sí. Además, entre otras cosas, Norts, el protocolo sobre el que desarrolló Damus, permite el envió de mensajes encriptados de extremo a extremo.
La creación de Damus, se dio gracias al protocolo de comunicación descentralizado Nostr, que permite crear sobre él aplicaciones de redes sociales y mensajería, similares a las ya vista como Whatsapp, Twitter, Instagram, Facebook, entre otras redes, con la diferencia de que apuntan a ser aplicaciones contra la censura.
Este protocolo, Nostr, ha visto una creciente fama entre los Bitcoiners, gracias a su diseño contra la censura, La idea del protocolo es que un usuario no utilice el mismo servidor para compartir la información, ya que, en caso tal de que esta sea baneado en un servidor, el cliente tiene al alcance la posibilidad de moverse a otro relé o servidor. Característica que convierte a Norts en un protocolo contra la censura.
Además, en Nostr, las clásicas credenciales de identificación han quedado en el paso, para acceder a la cuenta, el usuario solo debe poseer una llave pública y una llave privada. Sin contraseñas, nombre de usuario o correos electrónicos.
De igual forma, en Nostr, cada usuario es dueño irrevocable de su contenido, dado que que el mismo es inmutable y esta protegido criptográficamente. De esta forma, un servidor no tiene la posibilidad de modificar la información de un cliente, esta queda tal cual como fue enviada.
Damus y Nostr, han recibido el apoyo del propio Jack Dorsey, exCEO y cofundador de Twitter.
Uber – Dimo
DIMO es una plataforma descentralizada y comunitaria que ofrece un nuevo enfoque del futuro de la movilidad. A diferencia de las aplicaciones de transporte tradicionales, como Uber, DIMO pretende empoderar a los conductores permitiéndoles compartir datos en sus propios términos y ser recompensados a largo plazo.
Al conectar a conductores, desarrolladores y fabricantes, DIMO está construyendo la mayor y más útil red IoT de dispositivos propiedad de los usuarios, empezando por los coches. La plataforma se basa en los principios de la web 3.0, donde la propiedad y el control por parte del usuario están en primer plano.
Además, DIMO esta diseñada para servir como soporte a una nueva ola de aplicaciones de movilidad y automoción.
“Trabajamos con empresas emergentes y consolidadas para desarrollar seguros, coches compartidos, mercados de coches, negocios de datos y mucho más, construidos sobre datos y activos de vehículos conectados propiedad de los usuarios.”,
expresa la compañía.