La industria de las criptomonedas se encuentra nuevamente en un estado de incertidumbre luego de que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) adoptara nuevas reglas que podrían tener implicaciones significativas para las empresas y operadores de activos digitales. A pesar de la larga espera por una guía regulatoria clara, la SEC ha lanzado cambios históricos en la Ley de Bolsa de Valores de 1934, desencadenando una ola de preguntas y preocupaciones entre los actores del mercado de criptomonedas.
En un discurso preparado, el presidente de la SEC, Gary Gensler, defendió las medidas como “de sentido común”, argumentando que eran necesarias para proteger a los inversores y garantizar la integridad del mercado. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo estas reglas afectarán específicamente a las empresas de criptomonedas ha generado un debate acalorado dentro de la industria.
Las modificaciones regulatorias, aunque no mencionan directamente las criptomonedas, podrían tener un impacto significativo en el espacio de los activos digitales. La omisión de la palabra “cripto” y las referencias indirectas en una nota al pie de página han suscitado críticas por parte de importantes figuras del sector.
Perianne Boring, fundadora y CEO de la Cámara de Comercio Digital, expresó su decepción por la falta de claridad en las nuevas regulaciones. En una carta de comentarios, la Cámara destacó la necesidad de definiciones claras sobre cuándo un activo digital constituye un valor, una preocupación compartida por la Asociación de Mercados de Activos Digitales (ADAM) y la Asociación Global de Activos Digitales y Criptomonedas (GDCA).
Estas organizaciones han cuestionado la falta de transparencia en el proceso regulatorio y han instado a la SEC a proporcionar orientación específica para los participantes del mercado de activos digitales. Mientras tanto, la GDCA ha señalado la vaguedad de los estándares propuestos, advirtiendo que podrían conducir a una aplicación inconsistente por parte de los reguladores.
A pesar de la falta de claridad, las reglas finales entrarán en vigencia en 60 días, con un período de cumplimiento de un año. Con la industria de las criptomonedas buscando respuestas, queda por ver cómo estas nuevas regulaciones afectarán su funcionamiento y si la SEC proporcionará la claridad tan esperada en los próximos meses.