En una entrevista exclusiva con ABC News, Sam Bankman-Fried, el ex CEO de FTX, ha expresado un profundo remordimiento tras recibir una sentencia de 25 años por su participación en un fraude masivo que resultó en la pérdida de 8 mil millones de dólares para los clientes de la plataforma de intercambio de criptomonedas.
La saga que culminó con esta sentencia de prisión de Bankman-Fried comenzó hace 17 meses, cuando FTX, el intercambio global de criptomonedas que cofundó y lideró, se derrumbó en noviembre de 2022. La implosión de la empresa dejó a miles de clientes en la ruina, llevando a una investigación que finalmente reveló prácticas fraudulentas por parte del ex CEO.
Bankman-Fried, quien había dimitido en medio del colapso de la empresa, fue declarado culpable de siete cargos que incluyen fraude, conspiración y lavado de dinero. Durante su sentencia, el juez federal de distrito Lewis Kaplan destacó la falta de remordimiento del acusado, quien fue descrito como “a menudo evasivo” en su testimonio.
“Nunca pensé que lo que estaba haciendo fuera ilegal. Pero traté de mantenerme en un estándar alto, y ciertamente no lo cumplí”, dijo.
Sin embargo, en declaraciones posteriores desde el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Bankman-Fried expresó un sincero arrepentimiento por sus acciones. Reconoció el sufrimiento de los clientes y colegas afectados por sus decisiones y lamentó profundamente el daño causado a la reputación de las organizaciones benéficas que había apoyado.
“Todos los días me atormenta lo que se perdió. Nunca tuve la intención de lastimar a nadie ni quitarle el dinero a nadie. Pero yo era el director ejecutivo de FTX, era responsable de lo que le pasó a la empresa, y cuando eres responsable, “No importa por qué sale mal. Daría cualquier cosa por poder ayudar a reparar aunque sea una parte del daño. Estoy haciendo lo que puedo desde la cárcel, pero es profundamente frustrante no poder hacer más”, afirmó. dicho.
A pesar de su condena, Bankman-Fried sigue comprometido a intentar enmendar el daño causado. Afirmó que está trabajando desde la cárcel para contribuir a la reparación de los perjuicios, aunque reconoció la limitación de sus acciones desde su situación actual.
El ex empresario también planteó preocupaciones sobre la imparcialidad del proceso legal, sugiriendo que no había recibido un juicio justo y anunciando planes para apelar la sentencia. Bankman-Fried destacó ciertos testimonios que, según él, no se tuvieron en cuenta adecuadamente durante el juicio.
“En el fondo, el papel de SullCrom en la acusación, el frenesí mediático unilateral que incitaron y la incapacidad de la defensa para presentar pruebas críticas en el juicio, infectaron todo el proceso”, afirmo.
A medida que enfrenta las consecuencias de sus acciones, Sam Bankman-Fried reflexiona sobre lo que podría haber sido y ofrece disculpas sinceras a aquellos que se vieron afectados por su conducta. Sin embargo, reconoce que su tiempo en prisión marca el final de cualquier posibilidad de hacer una diferencia positiva en el mundo exterior.
“Daría cualquier cosa por estar ahí afuera, tratando de hacer una diferencia positiva en el mundo, pero sé que eso no va a suceder. No puedo ayudar desde la prisión”, concluyo ante el tribunal.
