El Dr. Silva destacó la nueva responsabilidad otorgada por la ley a la CNV al haberle encomendado la creación del Registro de PSAV y la regulación de su actividad, con la protección de los usuarios como principal objetivo y la adecuación a las directivas del GAFI como marco. También, destacó la gran afluencia de prestadores que concurrieron a inscribirse en el registro recién abierto.
Los visitantes se refirieron al rol de la ONG como representante de los usuarios y de los desarrolladores y al trabajo realizado durante los últimos once años en la construcción de comunidad, la difusión del conocimiento y del buen uso de bitcoin y de sus herramientas como medio de conservación y transmisión de valor, para el desarrollo y preservación de la soberanía financiera de los individuos.
“Hemos señalado con banderas amarillas algunas de las normas que ya se han dictado, porque los parámetros fijados para obligar a la inscripción de prestadores de servicios en el nuevo Registro de PSAV son demasiado estrictos”, declaró el Presidente de la ONG, Ricardo Mihura.
“Obligar a registrarse a quien hace operaciones por valor de 35.000 UVA por mes implica considerar como un negocio regulado y nutrido de obligaciones administrativas a una actividad que no deja más de mil dólares de comisiones mensuales. Proponemos, al menos, triplicar ese valor y, en todo caso, complementarlo con un valor menor por operación o por persona”, agregó también Mihura.
“También podrían ser excluidos de la registración los individuos que se limitan a operar P2P con liquidación de cripto en PSAV y de pesos en una entidad financiera, ya que hay entidades reguladas y KYC en ambos extremos, por lo que es un costo inútil cargarlos con obligaciones administrativas difíciles de cumplir a pequeña escala”, agregó Manuel Ponce Peñalva, integrante también de la Comisión Directiva de la ONG.
“Va a ser mucho más preciso un PSAV definiendo sus objetivos de operación según las características propias de su actividad, que el trazo grueso y uniforme del regulador, que necesariamente quedará grande para algunos operadores y pequeño para otros”, señaló Ponce Peñalva. “Luego, una vez definidas las condiciones individuales de la autorregulación, la CNV debería supervisar estrictamente su cumplimiento”, redondeó.
“Como usuarios — expresó Ricardo Mihura — nos interesa que los PSAV se desarrollen y sean confiables. Por eso preferimos que compitan en la calidad y confiabilidad de sus servicios, en sus condiciones de solvencia, seguridad, en la integridad de sus plataformas y en la honestidad de los activos que ofrecen, y no que se limiten a cumplir con un estándar que iguale a todos, mejores y peores, bajo un mismo sello de la CNV”.