El 2022 será un año para el recuerdo en la industria de las criptomonedas, con sucesos históricos que han marcado el futuro del mercado y hechos que han cambiado las reglas de juego para muchos.
A diferencia del año pasado, en el que las criptomonedas vivieron un acelerado crecimiento, a lo largo de este 2022 la industria, compañías del sector e inversores han tenido que hacer frente a sucesos desafortunados y condiciones inciertas que han puesto a prueba a este mercado en crecimiento. Para sobrevivir a este escenario, se ha tenido que recurrir a la adaptación. Compañías e inversores por igual, han tenido que cambiar el “chip”, para hacer frente a esta nueva realidad.
Para dimensionar el contraste entre el 2021 y el 2022, vamos a contextualizar con una serie de datos: en el lapso comprendido entre noviembre del 2020 y noviembre del 2021 Bitcoin registró un aumento de precio del 411%. Para el final de este periodo, Bitcoin alcanzó su precio máximo histórico de 69.000 dólares, no obstante, desde este punto también empezó el rally descendente en que la moneda parece seguir inmersa. En el lapso entre noviembre de 2021 hasta noviembre de 2022, la criptomoneda ha perdido un 70% de su valor, actualmente, el precio de Bitcoin se encuentra por unos cuantos cientos de dólares por encima de los 20.000USD.
Algo similar pasó con Ethereum, que aumentó en 968% en el mismo periodo de tiempo. No obstante, la criptomoneda actualmente ronda entre los 1.500 dólares, más de un 60% de caída.
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Sin embargo, para Juan David Atuesta, CFO de Hash Trust, compañía de desarrollo web3 colombiana, en su experiencia como inversor de criptomonedas este es un año que ha “sido de construcción y desarrollo para las criptomonedas” a diferencia del 2021, en donde se produjeron “valorizaciones puramente especulativas”, como la de Dogecoin que aumentó su precio en un 18.900% de enero a mayo de 2021.
“Este 2022 ha sido un año bajista para las criptomonedas, podría decirse que explotó la burbuja. Se puede hablar de una burbuja dado el frenético ascenso de la valoración de las criptomonedas en un corto periodo de tiempo, propiciado entre otros por el cubrimiento mediático” (…)” Sin embargo, este 2022 ha sido un año de construcción y desarrollo para las criptomonedas”
Juan David Atuesta, CFO de Hash Trust
Un año para el futuro
Para Juan David, este año ha construido los cimientos para un futuro más próspero para la industria, con avances fundamentales para consolidar las criptomonedas y sus tecnologías.
Por ejemplo, Juan David cita el éxito de la fusión de Ethereum, que fue la transición de la red Blockchain de Proof of Work a Proof of Stake, algoritmo de consenso que disminuyó su consumo de energía en 99.9%.
Este avance fue el primer paso de Ethereum para encaminarse hacia su ideal de Ethereum 2.0, una red Blockchain más accesible, óptima y funcional, según pronostican los planes de los desarrolladores y cabezas del ecosistema.
Acompañado a esto, hay un hito en el desarrollo de Bitcoin dado el aumento de su Hash Rate que continuó rompiendo máximos históricos y creció 93% en el último año, lo que nos indica que la red de Bitcoin es mucho más robusta y segura que el pasado.
El Hash Rate hace mención a la capacidad de una red Blockchain para realizar operaciones computacionales que un minero o la red de mineros en todo su conjunto es capaz de realizar, con el fin de resolver los acertijos criptográficos derivados de la función criptográfica que use la criptomoneda.
La educación, el arma contra los miedos
Aunque este sea un año con grandes avances técnicos para las cripto, el comportamiento de las divisas no deja de transmitir miedo a los inversionistas. Juan David dice que la mejor forma de hacer frente estos temores es la pedagogía, educar a los inversores para disipar sus miedos, para que estos comprendan que más allá de ser una industria monetaria también es una industria tecnológica con innovaciones “disruptivas”.
“Blockchain (la tecnología que respalda las criptomonedas) representa un avance tecnológico trascendental, al ser un nuevo tipo de base de datos que es extremadamente segura, sus registros son inmutables, no necesita una entidad central y es trazable. Dichos atributos hacen que esta tecnología sea disruptiva para varias industrias y se posicione como uno de los pilares de la cuarta revolución Industrial.”
expresó Juan David.
Tan solo en la primera mitad de 2022 se invirtieron 14.2 billones de dólares en empresas de la industria cripto. Entre los casos de uso se encuentra el envío de remesas a muy bajo costo, plataformas para ofrecer o conseguir crédito de dinero al instante, infraestructura para negociar por medio de contratos inteligentes que se ejecutan automáticamente, entre muchos otros.
Además, Juan David también recalca que la educación es un escudo en contra de las estafas con criptomonedas, que es un fantasma que acecha a los inversores más novatos, producto de: “los múltiples esquemas piramidales que han usado la excusa de inversión en criptomonedas. Desfalcando así a miles de personas.”
Aquí es importante señalar la diferencia entre aprender a usar plataformas legítimas para comprar criptomonedas y entregarle dinero a un tercero que ofrece una rentabilidad fija y muy alta, asegurando que es producto de inversiones en criptomonedas.
Por otra parte, existen criptomonedas que no generan valor para la economía o para la sociedad, es decir, no tienen un caso de uso, no tienen un producto, ni prestan un servicio o su suministro es ilimitado. Dichas monedas pueden ser una muy mala inversión, por lo cual antes de invertir en criptomonedas, debemos investigar acerca de las monedas que queremos comprar, afortunadamente en internet hay gran disponibilidad de información al respecto.
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Dollar Cost Averaging: una estrategia para mercados como el actual
El Dollar Cost Averaging, consiste en hacer compras pequeñas de forma recurrente, con el objetivo de minimizar el riesgo de la volatilidad del mercado al promediar el costo de adquisición del activo.
Esta es una estrategia recomendable frente a lo que está sucediendo en el mercado de criptomonedas y en general los mercados financieros, ya que los mercados son cíclicos y así como nos encontramos en tiempos de crisis, volverán los tiempos de prosperidad acompañados de crecimiento en el precio de los activos. Igualmente, una opción para reducir el riesgo en un mercado bajista es invertir en las criptomonedas con mayor capitalización de mercado, ya que tienden a ser menos volátiles.
Que puede venir para el 2023
Para finalizar, en su análisis Juan David menciona que el 2023 va a ser un año con “muy buenas oportunidades de compra de criptomonedas a precios bajos, mientras que los fundamentos de la industria se hacen más fuertes y se desarrollan más productos y servicios usando esta tecnología.”
En este orden de ideas, para él aún no es el fin de la tendencia bajista, dado que en estos momentos la industria depende de factores más grandes que la misma industria. Los sucesos macroeconómicos siguen teniendo una influencia directa en el comportamiento de las criptomonedas, como lo han tenido a lo largo del año; con la guerra entre Rusia y Ucrania, el aumento de las tasas de interés por parte de la FED y las crisis que pronostican la llegada de una nueva recesión económica.
“En ese sentido, el escenario en el corto plazo depende entre otras cosas de las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) frente a las tasas de interés, ya que, al subir las tasas de interés, es más costoso para las empresas operar y crecer, por lo cual sus utilidades disminuyen, al igual que el precio de sus acciones. Jerome Powell, Presidente de la FED ha manifestado en repetidas ocasiones que su principal objetivo es reducir la inflación y llegar a niveles normales del 2%, por lo cual se espera que en Noviembre y Diciembre la FED nuevamente incremente las tasas de interés.”