El gigante de internet Google se enfrenta a una demanda por prácticas anticompetitivas por parte de Estados Unidos, en lo que se considera el juicio por monopolio más importante de la era internet.

El último de una serie de enfrentamientos entre corporaciones tecnológicas multinacionales y el gobierno de Estados Unidos actualmente busca una competencia de manera transparente con otros servicios.

El gobierno federal alega que Google ha logrado y mantiene su posición de privilegio mediante acuerdos anticompetitivos con fabricantes de dispositivos, operadores de telecomunicaciones y fabricantes de navegadores. 

La compañía también habría manipulado las subastas de anuncios en internet para subir los precios a los anunciantes, facilitando así el manejo del 90% de las búsquedas por internet.

El Departamento de Justicia pide que Google declare que ha actuado de manera ilegal, y se obligue a la compañía a cesar en sus prácticas anticompetitivas, adoptando medidas para reparar el daño causado. Esta demanda es un paso valioso en la lucha contra los monopolios en la era digital. Si Google es encontrado culpable, podría verse obligado a cambiar sus prácticas de negocio, lo que podría dar lugar a una mayor competencia en el mercado de búsquedas y publicidad en internet.

Google no se queda callado

El abogado principal de Google, John E. Schmidtlein, defendió con firmeza la posición de la compañía frente a las acusaciones de prácticas antimonopolio por parte de las autoridades estadounidenses. 

“Google ciertamente no es el guardián de internet”, afirmó el abogado durante la audiencia. Subrayó que en el mercado de los motores de búsqueda, los creadores compiten arduamente por conseguir ser la herramienta predeterminada, y si Google ha logrado ocupar esa posición ha sido gracias a méritos propios.

Schmidtlein también argumentó que esta intensa competencia ha llevado a mejoras significativas en el rendimiento y la calidad de los navegadores, lo que se ha traducido en un mayor uso de los motores de búsqueda. Estas mejoras benefician a los consumidores y demuestran que Google ha contribuido positivamente al ecosistema digital.

Los argumentos presentados por Schmidtlein y el equipo legal de Google coinciden con las declaraciones previas de Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Alphabet, la empresa matriz de Google. En un post titulado “La gente usa Google porque es útil. Nuestra respuesta a EE.UU. vs. Google”, Walker enfatizó que la demanda en contra de la compañía está “profundamente viciada”.

Walker reiteró la voluntad de Google de demostrar en el juicio que sus acuerdos de distribución de búsquedas reflejan las elecciones de navegadores y fabricantes de dispositivos basadas en la calidad de sus servicios y las preferencias de los consumidores. Además, enfatizó que cambiar de buscador es sencillo.

El presidente de Asuntos Globales de Alphabet también señaló que los directivos de Apple han expresado su preferencia por Google como motor de búsqueda debido a su calidad, y que los acuerdos de Google con los navegadores no son exclusivos. 

Google defenderá su posición en el mercado demostrando que ha logrado llegar al lugar donde está por su trabajo duro.